El Merca de los 70’s

Las visitas al mercado público de ese entonces eran trayectos de apenas unas cuadras, caminatas llenas de colores, en donde encontrabas tiendas, vendedores con puestos en las aceras; siempre existieron, gente ganandose la vida en blanco y negro.

Avenida B, era parte de ese trayecto, donde el “China Town” criollo exponía los mejores patos del día colgados de la testa, siempre me ha parecido curioso como los exhiben, “delicatessen” poco atractiva a mis ojos. No me sorprende que hoy en día, la atracción a la comida china es real, la sangre china al mejor 25% dentro de mis venas es una vaina de temer, plato favorito León Pa Mein con puerco….. entre todos….

Llegada a la gran entrada del mercado público, en lo que hoy es la entrada del Casco Viejo, existían un sin número de entradas, parecía un laberinto, pero organizado. Con puestos y cubículos muy bien ubicados. Granos, lentejas, perejil, pimentones, ajos, porotos, maíz…. los veías en sacos a media asta con un letrero incrustado; a tantos centavos la libra.

El micro mosaico blanco del piso se mantenía limpio en la mayoría de los pasillos, y más aún cuando llegaba a la sección de carnes; mi preferida. El olor a carne fresca y más la de cerdo despertaba en mi todos los sentidos, por favor descarten lo de asesino en serie……a esa edad me encantaba la sección de la carnicería, donde el dueño del cubículo blandía un enorme cuchillo, el cual afilaba con destreza, cual violinista.

De regreso a casa cargaba mis paquetes, ayudando a Gloria, no recuerdo si mis hermanas nos acompañaban, probablemente, para mí era el “trip”, estaba en otro mundo, como un caballo de carrera, solo veía el trayecto y me imaginaba el destino. Aún allí ignoraba que mi vida de acompañante de mandados iba a terminar abruptamente con….. La Matrícula….